LA OPINIÓN DE BIBI CABO


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DE LO VIRTUAL A LO REAL


10-05-24 - Bibi Cabo

El Río Breogán quiere en su mano ya el certificado de calidad ACB. Todo matemáticamente atado y bien atado, nada susceptible de interrogantes, cero especulación. Por primera vez ha conseguido encadenar 2 victorias consecutivas (en Granada y en el Pazo frente al Tenerife), en el momento clave, decisivo de la temporada, en la llamada hora de la verdad. El reto está claro. Se trata de una simple cuestión aritmética, una simple suma, sumar un triunfo más, el tercero seguido, undécimo del curso, y olvidarse de ecuaciones con el Monbus Obradoiro y el Covirán Granada por la permanencia en la última jornada. Los de Mrsic dependen de sí mismos. Tienen que ganarle al MoraBanc Andorra, como en la primera vuelta, y ya, operación resuelta. En la jornada 2, MoraBanc Andorra 63-69 Río Breogán, en un partido decantado en el último cuarto (6-20), con un gran Momirov, con 24 de valoración (20 puntos, 10 en el último parcial).

El MoraBanc Andorra, de vuelta esta temporada en la Liga Endesa, certificaba su permanencia hace 2 jornadas en su casa, en el Pavelló de Govern, con un triunfo mágico frente al Barça (108-92), con una anotación casi estratosférica (igualando su segunda máxima anotación en la competición). El artífice de estos logros, el ascenso y asentamiento en la ACB del Andorra, es un “viejo” conocido en Lugo, ni más ni menos que el erudito Natxo Lezkano. Recalaba en nuestra ciudad amurallada en 2016 y en 2018 devolvía al Breogán, después de 12 años erráticos en la LEB Oro, a la máxima categoría del baloncesto español. Conoce bien a Sergi Quintela, al entonces jugador, ahora director de la Fundación Breogán, Salva Arco, al técnico Quique Fraga, etc, etc, etc. Regresa al Pazo, como decíamos, con su Andorra ya salvado pero para nada desganado. Con figuras como el base dominicano Jean Montero, con una media de 19’5 de valoración en 26 partidos disputados, el también base Jerrick Harding, el ala pívot Tyson Pérez, amigo de los hermanos Quintela, con el pívot croata Marin Maric y el brasileño Felipe Dos Anjos, que realizó la pretemporada de 2018/2019 con el Breogán, con el alero Stan Okoye y demás, el equipo andorrano tiene más que peligro, en progresión lineal, aritmética, exponencial o quién sabe. Viene de arrodillarse en el Sar ante el Monbus Obradoiro pero es capaz de cortocircuitar cualquier partido. Acumula 3 triunfos en las últimas 5 jornadas, igual que nuestro Río Breogán.

Mrsic ha logrado resetear el disco duro del equipo en este final de temporada, partiendo como siempre de una defensa resolutiva, pero con el cambio de algunos comandos: con la ayuda de Justin Robinson a Sergi García en la dirección; con Polite reformulado de 4, como Nakic; con Juan Fernández operando en la pintura con Sakho y ahora, de nuevo, con el aparentemente recuperado Sajus y con la aportación de los cometas, de los deltoides Sergi Quintela, Momirov, Jogela o McLemore desde el exterior. La reprogramación unida a un axiomático trabajo y a la interconexión del grupo ante la adversidad han configurado un Río Breogán más serio, más fiable. Aportan, suman todos y se multiplica cualquiera, uno en cada partido, para sorpresa del rival.

No es necesario hacer muchos algoritmos ni echar mano de la inteligencia artificial, basta con el cerebro natural. El teorema sentencia: Victoria igual a salvación. Prohibido el despiste, la relajación, por la euforia del último triunfo, brillante, ante el Lenovo Tenerife. Neuronas en la pista. Y por si acaso ajos, muchos ajos, en la que será de nuevo una infernal caldera celeste.


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SÓLO 2 RIVALES, 3 FINALES


04-05-24 - Bibi Cabo

Con la toma de la Alhambra ha cambiado ligeramente el panorama del Río Breogán. Fuera del lúgubre sótano del descenso otea el horizonte desde el alféizar de la ventana. Quedan 3 amaneceres para el juicio final, con 2 nubarrones de los que escapar. La lucha por la supervivencia parece cada vez más una cosa sólo de 3, Obradoiro, Granada y el propio Breogán. El Monbus Obradoiro, ahora mismo en la noche, espera ver de nuevo el sol con las visitas a su Sar del Andorra y el Joventut y su viaje a Palencia. Son 3 cirros, con su pedacito de cielo ya marcado, que no amenazan la furia de la precipitación. Mejor tendrá que cubrirse el Covirán Granada de las intimidatorias tormentas del Real Madrid, Zaragoza y Gran Canaria en su ángulo de visión. El Río Breogán aguarda, ojo avizor, las apariciones en el Pazo del experimentado Lenovo Tenerife (que viene de proclamarse subcampeón de la Liga de Campeones FIBA en Belgrado) y del Andorra y su incierto peregrinaje a Murcia. Los meteorólogos aún no tienen clara su predicción.

La primera borrasca que asoma por Lugo es el Lenovo Tenerife. En la primera vuelta en territorio insular los de Txus Vidorreta necesitaron una prórroga para imponerse por 88 a 81 al Río Breogán, a pesar del paupérrimo 11-3 del segundo cuarto. Shermadini y Abromaitis, con 20 de valoración, y Huertas, con 18, fueron los que más vapulearon a los de Mrsic. Aquel día el Breogán estuvo a punto de calmar el temporal tinerfeño con el ímpetu de unos destacadísimos Jogela, con 32 de valoración en 30:36 minutos (21 puntos, 6 rebotes, 3 asistencias y 2 recuperaciones) y Juan Fernández, con 23 de valoración en 29:52 (18 puntos, 8 rebotes y 1 asistencia).

El Lenovo Tenerife es un equipo experimentado, con los vientos Marcelinho Huertas y Gyorgi Shermadini, con un 27 y un 26 de valoración, respectivamente, en su última descarga en Málaga, como el principal peligro. Son seguramente la combinación más temible del tempestad Endesa, arrasa con todo. Ni más ni menos que a 43 de intensidad llegó la ventisca georgiana Shermadini en la jornada 29 frente al Surne Bilbao. Su aliado brasileño Huertas viene de convertirse en el noveno torbellino con más partidos disputados, 655, en la aireada y distinguida ACB, superando al mismo Alberto Herreros. Huertas y Shermadini, Shermadini y Huertas, combinados con aguaceros como los escoltas Kyle Guy (ambicionado por grandes equipos europeos, parece que el Real Madrid entre ellos, después de haber sido el máximo anotador de la BCL, con 21’5 puntos de media) y Joan Sastre, el alero Elgin Cook, el ala pívot Tim Abromaitis o el pívot Fran Guerra, entre otros, conforman una auténtica galerna.

El Río Breogán tiene su paraguas preparado para protegerse, reforzado ahora, por si acaso, con varias varillas fuertes: la energía positiva que le insufló al equipo la trabajada y soleada victoria in extremis en Granada; la eficiencia del dique defensor de Mrsic; la irrupción de alternativas a las bajas como el rutilante suizo Polite, destacado por la ACB como uno de los 3 mejores de la última jornada (determinante con 21 puntos y 4 asistencias, batiendo sus propios registros) o el pívot argentino Juan Fernández, incluido en el Mejor Quinteto Joven de la temporada 23/24 en la Liga Endesa; la aparente eclosión por fin en primavera del base Justin Robinson; el fulgor, más o menos habitual, de luces como Sergi García o Momirov, el imprescindible sol de los hermanos Quintela y la aportación de los Jogela, Sakho, Nakic…McLemore tiene el dedo de un pie tocado pero algún día tendrá que reaparecer Sajus.

El Breogán cuenta además con una fuerza innata, inherente, que le sale de dentro, perfecta contra las borrascas, la caldera, el infierno celeste. Algo etéreo que no puede tocarse sino sentirse, que se le cuela a uno dentro, en las entrañas, y lo revuelve todo hasta convertirse en una emoción ahogante que llega hasta a provocar las lágrimas. Sentimiento se llama, pasión quizás, de algo más de unos 4.600 socios que se convierten en 5.310 en los últimos partidos. Y porque no hay aforo para más. Son, somos, el jugador número 13 de la lista de Mrsic. Almas, corazones, revoluciones, decibelios que alientan al equipo, que aturden a los rivales, que estremecen, sobrecogen el Pazo, que intentan hacer inexpugnable “o Fogar de Breogán”. Porque así, aquí, “seguimos en pé, seguiremos en pé”. Ténganlo muy en cuenta, lo dice una tullida, “seguiremos en pé”.


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AL ASALTO DE LA ALHAMBRA


26-04-24 - Bibi Cabo

“Suerte, ¿qué es la suerte?”, se preguntaba Veljko Mrsic en la previa del partido frente al Gran Canaria. No tardó en quedarle claro. Suerte fue precisamente lo que no tuvo su Río Breogán en la jornada 30, que retorció de mala manera sus intereses y lo enlodó de nuevo en el barrizal del descenso: Perdió su partido en un final “faltídico” de auténtico desatino y ganaron los equipos inmersos con él en la liza por la valiosa permanencia ACB, el vecino Obradoiro y el Granada, precisamente su próximo rival en la liga.

Jornada 30, 3 resultados (Río Breogán 70-77 Dreamland Gran Canaria; Zunder Palencia 83-91 Coviran Granada; Bilbao Basket 72-75 Monbus Obradoiro) y 3 reacciones: La cara exultante de Moncho Fernández, el entrenador del Obradoiro, “es un chute de energía”, exclamaba. La alegría, los aplausos, de los jugadores del Granada, incluído un bailecillo del pívot Jacob Wiley, en el vestuario cuando su entrenador, Pablo Pin, les anunciaba el regalo de 2 días libres después de la victoria en Palencia. Y los balbuceos penitentes del breoganista Sergi García en la Radio Galega pidiendo perdón por “su descalificante” a sólo 1 décima de segundo para la conclusión del partido frente al Dreamland Gran Canaria. Balbuceos que apenas llegaban a ser palabras, el nudo, las lágrimas en la garganta que luchaban por no escapársele a borbotones por sus ojos tristes: “Nos falta esa última tecla que no sabemos encontrar”, se lamentaba.

Sensaciones contrapuestas, puntos de partida diferentes para el trecho final de la Liga Endesa, positivos, negativos, eufóricos, depresivos, unos y otros a controlar para no perder la perspectiva. El corazón a veces se desboca y debe calmarlo la cabeza fría, ese aplomo que seguramente sea la última tecla que buscan Sergi y su Breo para completar por fin una buena melodía. Sin prácticamente margen de error resulta casi obligado imitar en Granada la excelencia de Mozart en su Sonata en Do Mayor, ir a bailarles la muñeira a los nazaríes.

El Palacio de Deportes de Granada le evoca maravillosos, melódicos recuerdos al Río Breogán. Allí consiguió el equipo, el 20 de junio de 2021, su último Grammy, el último ascenso a esta Liga ACB en la que ahora lucha por mantenerse. Allí vivió su última actuación en la Copa del Rey frente al Rey Madrid en febrero de 2022. Cierto es que el flamenco granadino envolvió a los de Mrsic en la pasada gira 2021/2022 (Covirán Granada 80-70 Río Breogán) pero en la primera vuelta en el Pazo, excepto en el tercer cuarto, el ritmo lo marcó el Breogán (Río Breogán 85-79 Covirán Granada) con un imponente Sajus que deleitó a los aficionados con la música de sus 16 puntos y 7 rebotes, un Sergi García muy acertado ese día en la dirección de la orquesta celeste, con 22 puntos, 3 rebotes y 5 asistencias, un Momirov afinado en los momentos agudos, con 10 puntos y 8 rebotes…

Ahora toca la Reconquista o la Reconquista, un nuevo asalto a la Alhambra de Granada, al son de la jota, con castañuelas prestadas o como sea. No será fácil. Lo saben, allá donde estén, los mismísimos Reyes Católicos, el Reino de Granada fue el bastión que más se les resistió para acabar con Al Andalus. Los de Mrsic tendrán que dar también el do de pecho en un territorio en el que aún resuenan ecos árabes frente al Covirán Granada, un grupo renovado desde la primera vuelta. El barítono exbreoganista Bamforth fue el último en llegar y dio ya su particular recital en Palencia; el soprano macedonio Jacob Wiley media un 13 de valoración en sus 8 ocho conciertos con el coro rojinegro; el bajo Rouselle y Marik Dime completan un conjunto con artistas de envergadura como el brasileño Felicio y el californiano Cheatham, a las órdenes de la batuta del base catalán Lluís Costa. El Granada está alegre, muy marchoso, después de su último triunfo. Quizás se deje ver algún minuto con el Breogán en el tablao nazarí el gran Sajus para contribuir a cortarle la jarana. Los de Mrsic aspiran a completar con una sonrisa el Paseo de los Tristes. Se trata de bailar y bailar. Ganar o ganar.


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Y AHORA, ¿QUÉ?


18-04-24 - Bibi Cabo

Tic-tac, tic-tac, tic-tac… Probablemente haya empezado la cuenta atrás para la explosión de la próxima bomba en el Río Breogán. Calma siempre tensa. Desasosiego. Ansiedad anticipatoria. Quién sabe cómo, dónde, pero seguro que se produce otra detonación. Porque al equipo lo persiguen las calamidades este curso. La última, la muerte del hermanastro de Justin Robinson. Es el tercer jugador que ha pasado este curso por el equipo que ha sufrido una similar desdicha después de Frankamp, ya exiliado a Palencia, y McLemore…

McLemore, Ben McLemore, Ben McLemore…Su nombre resuena intramurallas y en sus alrededores desde el pasado 10 de abril. El breoganismo se sobresaltaba entonces con la noticia de su detención en los Estados Unidos por su presunta implicación en varios delitos sexuales, incluída una violación, en octubre de 2021 cuando jugaba en los Portland Trail Blazers de la NBA. Quedó en libertad provisional, por lo menos hasta la audiencia judicial del próximo 1 de julio, después de pagar un depósito de 50.000 dólares de la fianza fijada en 500.000. McLemore, importante en los esquemas de Veljko Mrsic, está de vuelta en Lugo. El escolta se defiende y a nadie puede negársele la presunción de inocencia. Pero ha sido imposible evitar el escándalo. Y es que montas un circo y te crecen los enanos. Éramos pocos y parió la burra. A perro flaco todo son pulgas. Y a este Río Breogán definitivamente lo ha mirado un tuerto.

Pero guerra avisada no mata soldados y, vivido lo vivido, sufrido lo sufrido, los de Veljko Mrsic ya están prevenidos. Tocados, sí, pero no hundidos. Contra las cuerdas, sí, pero no maniatados. Comienza la cuenta atrás: 5 (Gran Canaria en Lugo), 4 (Granada), 3 (Tenerife en Lugo), 2 (Andorra en Lugo), 1 (Murcia, 12 de mayo), 0 (resolución): 5 jornadas y un destino: ACB o LEB. El tiempo apremia, toca jugarse el todo por el todo: 3 asaltos en un Pazo que no cabe duda que arrimará el hombro, la voz, la cabeza, el corazón y lo que sea a lo máximo, a lo Maximus, y 2 en territorio hostil. Contra estos 5 rivales el Río Breogán consiguió 2 victorias en la primera vuelta. Ahora afronta el tramo final de temporada desde la 15ª posición, con 8 victorias, las mismas que suma el Granada, 16º, por las 7 del Obradoiro, 17º, y las 5 del Palencia, 18º. Recordemos que descienden los 2 últimos. ¿Llegarán 10 triunfos para mantener la etiqueta ACB? A ojo de buen cubero uno podría pensar que sí. Sí o no. Hay muchos ingredientes en mezcolanza. Mejor asegurar 11, ¿misión imposible? Quién sabe…

La lechera ya ha pasado por el Pazo pero las cuentas no son lo suyo, las cábalas son peligrosas, hacer castillos en el aire tiene mucho de ilusorio y de los sueños no creas ni malos ni buenos. Preferibles las cuentas claras y el chocolate espeso. Nada de especular. Los de Mrsic, pese a la secuencia de suplicios, prometen cabeza, dar un último do de pecho, luchar a brazo partido, emplearse a fondo, quemar todas las naves…La primera, ese Dreamland Gran Canaria con la clasificación para el play off entre miras. Se le tiene ganas después del correctivo de la jornada 16, Gran Canaria 86-60 Río Breogán. Fue aquel un partido con 2 cuartos, el primero con 9 puntos, y el tercero, con 10, bochornosos del Breogán; un partido con un viejo amigo, Happ, como destacado, haciendo de las suyas, con 14 puntos, 11 rebotes y 3 asistencias. A vigilar también el mosquetero Shurna, el alero Brussino, el escolta Slaughter, el base Albicy, etcétera, etcétera, etcétera.

¿Quién habló de tarea fácil? Nadie.

¿¿Quién dijo miedo??


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CACERÍA A VIDA O MUERTE


06-04-24 - Bibi Cabo

“El míster está triste… ¿Qué tendrá el míster? La tristeza se escapa de sus ojos de cielo, que han perdido la risa, que han perdido el color”. El rostro de Veljko Msric en la rueda de prensa posterior al partido contra el Bilbao Basket evocaba la Sonatina de la acongojada princesa de Rubén Darío. Y eso que acababa de hacer historia, de cumplir los 100, 100 partidos como entrenador en la Liga Endesa. Sólo lo habían conseguido hasta el momento Pablo Laso, Joan Peñarroya, Velimir Perasovic y Álex Mumbrú. Pero el croata vio frustrada la celebración de su cumpleaños ACB. Había muchos invitados en el Pazo, un total de 5.302, pero le faltó su equipo, su Breo. Ante un básico Surne Bilbao Basket, sin su estrella Killeya-Jones, “no estuvimos”, “se notaba que no estamos”, se lamentaba, afligido, el entrenador. Y hasta pedía perdón.

La cuestión es dónde encontrarlo. El Río Breogán está en busca y captura o, mejor dicho, sigue en busca y captura desde el inicio de la temporada, una temporada rara, con hitos históricos como volver a competir en Europa casi 38 años después o imponerse en el Palau por primera vez pero también con fiascos reiterados en la liga. Ha semejado vérsele a ratos pero así como ha aparecido ha desaparecido. ¿Habrá sido sólo un espejismo, una alucinación? Lo cierto es que algo no funciona desde el principio.

Quizás los tejedores se hayan liado un poco en la confección del grupo y por más que se haya querido tirar después de la hebra no se ha conseguido desenmarañar de todo la madeja. No ha sido por no intentar cortar y volver a unir hilos, una y otra vez, idas y venidas… Pero la mala “aguja” se ha ensañado este curso con el equipo, con nudos estresantes, pinchazos inoportunos. El tejedor, abrumado, no acierta siempre; sus filamentos, irregulares, no dejan de enredarse hasta en los puntos básicos. Sin zurcidos no hay prenda y sin canastas tampoco hay baloncesto que valga.

Pero cuando todo se complica, cuando llega el más difícil todavía, vuelve a rugir el león. Denlo por agonizante, jamás por muerto. El Río Breogán si por algo se caracteriza es por acabar sacando siempre su garra. Suma 7 victorias. Le quedan 7 enfrentamientos decisivos, 4 en su sabana, contra el Zunder Palencia (este sábado), el Dreamland Gran Canaria (jornada 30, 20 de abril), el Lenovo Tenerife (jornada 32, 5 de mayo) y el Morabanc Andorra (penúltima jornada, 10 de mayo); 3 en llanura ajena, frente al Baskonia (jornada 29, 14 de abril), el Covirán Granada (jornada 31, 27 de mayo) y el UCAM Murcia (jornada 34, la última y definitiva). En juego, la supervivencia en la Liga Endesa. En la pugna por esa salvación los también depredadores Zunder Palencia, con sólo 5 victorias y prácticamente sentenciado si se le derrota en el Pazo este sábado, el Monbus Obradoiro, con 7 triunfos, El Covirán Granada, con 8, el Morabanc Andorra, con 9, e, incluso, el Bàsquet Girona y el Casademont Zaragoza, con 10.

En la primera vuelta la manada breoganista sucumbió en Palencia, Zunder Palencia 74-59 Río Breogán, con el alero Mathieu Kamba, con 7 puntos (2 mates), 9 rebotes, 2 asistencias y 3 balones recuperados, con el base Van der Vuurst, el pívot Haarms, y los escoltas Franke (ya fuera del equipo) y Benite como destacados. Ojo también ahora a los más que posibles zarpazos del escolta refuerzo Jaylen Hans y de Conner Frankamp, el base georgiano que no se adaptó a Lugo pero que sí espabiló en Castilla.

La de este sábado es una cacería a vida o muerte. “Hay que relajarse, jugar al baloncesto”, sentencia Mrsic. Gestionar a favor la presión, una de las claves.

El míster quiere culminar la celebración, interrumpida por el Bilbao, de su cumpleaños 100 en la sabana Endesa. Mrsic confía en la concentración, implicación, actitud de sus felinos, hambrientos, carnívoros. De aperitivo, ternera lechal. De postre, piña, claro. Los breoganistas no faltarán a la cita. Quieren tarta de piña, con piña colada. Siempre piña, piña, piña. Piña en el Pazo. EQUIPAZO.


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AVATARES


21-03-24 - Bibi Cabo

Este sábado 23 de abril es un día destacado con negrita y subrayado doble en el calendario de la mayoría de los aficionados gallegos al baloncesto. Un derbi es un derbi. El Monbus Obradoiro contra el Río Breogán. El “miudiño” más imponente en sus feudos en las citas clave frente a un Breogán con las uñas afiladas después de ganar por primera vez en el Palau, sino que le pregunten a Maximus. Se citan en el Multiusos Fontes do Sar los 2 flirteando con el descenso, los 2 con urgencias, los 2 con un base fichado esta semana por si acaso para la ocasión, los 2 después de una sucesión de contratiempos y más contratiempos sufridos esta temporada.

“¿Quién salta hoy a la pista?” Buena pregunta. Lo cierto es que se ha vuelto toda una incógnita en el Pazo. Hay que estar muy atento al rito de presentación del Río Breogán antes de cada partido. Sacas la foto pero la impresión es distinta. Entre lesiones, huídas y llegadas para contrarrestarlas el equipo ha llegado ya al límite de los 20 jugadores que pueden ser inscritos esta temporada en la Liga Endesa. Pase lo que pase no le queda margen de maniobra, margen de movimientos. Casi encuentro a encuentro los aficionados se preguntan en el Pazo quién es ese hombre. La temporada del Río Breogán se ha convertido en un auténtico culebrón de personajes complejos, cambiantes. Nada de comedia. Hay demasiado en disputa, la salvación de una familia, de un equipo, la permanencia en la preciada ACB.

Todo empezaba el 28 de agosto de 2023 con la lesión en la rodilla izquierda, que precisó de cirujía, del ala-pívot croata Toni Nakic. A partir de ahí los hechos han ido sucediéndose a un ritmo vertiginoso. Realmente, a veces se retuercen de tal manera que parecen ideados y escritos por el guionista más enrevesado. Continúan en el elenco 11 de los 13 jugadores que empezaron la historia pero 2 se encuentran ahora mismo de baja, el pívot italiano Diouf, sometido a una artroscopia en diciembre para recuperarse de una lesión en el cartílago de su rodilla izquierda, y el internacional lituano Sajus, el último en caer, ante el Unicaja. Sufre un esguince en el ligamento lateral de su rodilla derecha.

Desapareció de la trama, ya en septiembre, el fichado como base estrella tras estrenarse en la Euroliga con sólo 23 años Zan Sisko. Sólo llegó a actuar en el primer episodio de la Liga Endesa, 16 minutos ante el Baskonia, con 5 puntos, 4 asistencias y un rebote defensivo. Adujo motivos personales para abandonar el Río Breogán y hasta la profesión.

Las bajas prematuras de Nakic y Sisko obligaron a realizar fichajes. Llegaron, ya en septiembre, el pívot Dimitrios Agravanis y, en octubre, el base norteamericano Conner Frankamp. Pero su paso por el Pazo fue fugaz, sobre todo el del internacional griego. En un mes las lesiones musculares apartaron a Agravanis del proyecto breoganista. Únicamente intervino en los capítulos 2 y 3 de la Liga Endesa, en la victoria en Andorra y la derrota en casa ante el Baxi Manresa.

Los problemas físicos de Sergi García, en el bíceps femoral derecho, y de Anthony Polite, en el aductor izquierdo, forzaron un nuevo casting. A finales de octubre se incorporaba a Justin Anderson. La incidencia del alero estadounidense en el desarrollo de la trama fue importante. Con una valoración media de 10’1 en sus 8 actuaciones en la Liga Endesa y de 14’8 en sus 4 participaciones en la BCL el de Virginia conquistó a los espectadores lucenses y despertó el interés de otros directores. Terminaba contrato y lo espolearon ofertas tentadoras. Sólo 2 meses después de su debut, a finales de diciembre, se despedía de Lugo rumbo a Valencia. Otra ausencia a paliar.

McLemore, Ben McLemore, escolta de Missouri procedente del AEK de Atenas, con más de 550 intervenciones en la NBA como aval, aparecía como sustituto de Anderson para colaborar en la acción exterior del Río Breogán. Desde su estreno en la sexta jornada en Palencia no se ha perdido, ni con un viaje relámpago por medio a las Américas para el funeral de su hermana mayor, ni un pasaje de la Liga Endesa. Polémicas noctámbulas al margen, se ha erigido como un actor principal para Veljko Mrsic, con una media de 14’2 puntos, 2’6 rebotes, 1’1 asistencias y 1 recuperación en sus 10 participaciones ACB.

McLemore llegaba a finales de 2023. A principios de 2024 se marchaba el base americano con pasaporte georgiano Conner Frankamp. No cumplió las expectativas generadas en Lugo, no llego a acoplarse a la dinámica del reparto del Río Breogán. Cruelmente vapuleado por la repentina muerte de su hermano a comienzos de noviembre, la tristeza paralizó el corazón, la cabeza y las manos del máximo anotador del UCAM Murcia 2020/2021. No tuvo continuidad y se llegó a un acuerdo para la rescisión de su contrato. Resurge ahora con ímpetu en el Zunder Palencia.

Pero la cuestión Frankamp no era el único hilo retorcido del serial breoganista por esas fechas. Una lesión en el cartílago de su rodilla izquierda obligaba al pívot italiano Momo Diouf a pasar por el quirófano a finales de diciembre. Tensión dramática. Esa baja exigía un nuevo recambio. Tocaba repasar una vez más el “book” de actores, esta vez el de expertos en la zona. La dirección optó por la vuelta de un viejo conocido, Jordan Sakho, el pívot congoleño que formó parte de la histórica plantilla breoganista que disputó la Copa del Rey de 2021. Estaba representando un papel meramente secundario en el UCAM Murcia e intenta recuperar protagonismo y galones en el Pazo. Se reestrenó con el Río Breogán en el episodio 19, el del triunfo ante el Bàsquet Girona.

Con una buenaventura por fin en el relato, la confirmada recuperación del ala-pívot croata Toni Nakic, la dirección decide, justo ante la pausa de la temporada liguera por la celebración de la Copa del Rey y las ventanas FIBA, no prolongar más la vinculación de Albert Ventura con el equipo. El alero catalán, otrora internacional español, había sido fichado en concreto para el lance de la Basketball Champions League. Las circunstancias llevaron al mítico protagónico del Joventut a colaborar también en varias andanzas ACB. Hasta ahí.

Con la idea de darle un impulso al share ofensivo del Breogán se incorporaba a comienzos de febrero al base-escolta de Carolina del Norte Rob Gray, procedente del SC Prometey ucraniano. Atraía la fama de su efectividad, corroborada en equipos como el AS Mónaco, en el que fue clave para la consecución de la Eurocup 2020/2021, o el Tofas turco, con el que se proclamó el máximo anotador de la BCL, con 21 puntos de media en cada partido. Pero lo suyo fue un visto y no visto en Lugo. Únicamente actuó en 2 escenas de la Liga Endesa, 9 minutos en Badalona y 8 en el Pazo contra el Unicaja Málaga. Abandonó el colectivo de repente alegando motivos personales, una emergencia médica con su abuela en Estados Unidos.

Con esta salida imprevista y la lesión del 5 lituano Martynas Sajus con un esguince en el ligamento lateral de su rodilla derecha, la dirección técnica, artística y monetaria del Río Breogán meditó muy mucho la última contratación permitida. Tocaba elegir entre un base o un pívot. Y el equipo, a pesar del imprescindible corazón y aportación de los Quintela y del brilli brilli de Sergi García en sesiones como ante el Barça, se decantó por un base, un norteamericano de 26 años y 1’85 m, que formó parte de varias franquías de la NBA y procedente de los Illawara Hawks de la liga australiana, con los que promedió 12 puntos, 2’8 rebotes y 4’4 asistencias en 33 partidos. Su nombre, Justin Robinson. Su número, el 20, el inscrito número 20 este curso por el Río Breogán en la Liga Endesa.

¡Menuda marabunta de apariciones y desapariciones, de idas y venidas, de desplomes y resurrecciones! El desarrollo de la temporada ha sido hasta el momento una auténtica sucesión de percances rodeada de calamidades. Curioso, quizás, el hecho de que de los 13 jugadores iniciales continúen en el equipo 11 y de los 6 incorporados después sólo 2. Desafortunadas y siempre inoportunas las lesiones, preocupante el incremento exponencial de los problemas psicológicos, de hundimiento anímico, cruel el número de padecimientos y muertes de familiares directos de jugadores…Desazonadoras historias que pueden hundir al más valeroso en el pozo de las adversidades. Pero el Río Breogán vuelve a rugir, saca la garra de su león y sorprende a aficionados y extraños imponiéndose por primera vez en su historia en el Palau Blaugrana, Barça 85-88 Río Breogán. Fortaleza, todo un impulso para el desenlace de la temporada. Quedan 9 jornadas…Llega el derbi.


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DESATINO


08-03-24 - Bibi Cabo

Nuestro Río Breogán sufre una dolencia desde el principio de temporada.

¿Qué le pasa, doctor?

El médico es tajante: Padece de desacierto. Su porcentaje de tiro es realmente paupérrimo. Un achaque en un partido o en dos o tres puede ser hasta normal. Un analgésico y ya. Pero cuando el padecimiento se vuelve crónico es que algo no funciona y quizás haya que intervenir. Hasta el descanso por la Copa del Rey y las ventanas FIBA, tras las 22 primeras jornadas de competición, el equipo es el peor de los 18 ACB en el porcentaje en triples (29’2%, una media de 7’6 por partido) y el que “ostenta” el segundo peor porcentaje en tiros de 2 (48’6%, una media de 17’8 por partido). Sólo se muestra algo más eficaz en los tiros libres. Algo falla en la ejecución de las canastas en acción, en juego.

A los de Mrsic se les obnubila la mente a medida que se acercan al aro rival. 28 por 25, 6’75, 4’60, 3’05 metros, metros y metros. Batiburrillo de números, distancias, alturas, perspectivas que se enredan. Sumados a la evidente oposición rival, el pulso, la visión, la percepción, la colocación, la concentración y la misma autoconfianza se resienten. Cuanto más cerca más parece reducirse el aro y convertirse en un hoyo de golf o incluso en el diminuto ojo de una aguja. Recuerden, no, los camellos no caben, no pasan por el ojal. El balón sí entra en la canasta. Pero en medio de la desorientación es lógica la ofuscación atacante: Fallo de tiros liberados, transiciones ofensivas frenadas en seco con pases y pases a contrarreloj sin un lanzamiento final acertado, precipitación desbocada que lleva al error bajo la misma canasta, etcétera, etcétera, etcétera.

Con las cosas así, el Breogán no ha superado los 70 puntos en 10 de los 23 primeros encuentros de la Liga Endesa. Cifra escasa muchas veces para la consecución de victorias. La irregularidad de los jugadores no ayuda. Faltan un líder imponente en la pintura y ametralladoras letales en el blanco y negro, en los exteriores, tan habitados este curso.

El mejor en el juego interior, el lituano Sajus, es capaz de extremos tales como firmar 21 puntos, 5 rebotes y 2 tapones en los 30’10 minutos jugados en el partido contra el UCAM Murcia de la jornada 14 y quedarse después en unos anodinos 0 puntos en sus 20’47 minutos en el último encuentro en Badalona. En las afueras, por ejemplo, el prometedor Momirov tiene más días sombríos que rutilantes, es una incógnita con el valor de que a veces brilla poco pero en momentos clave. Puede pasar de una valoración de 24 en Andorra a una de menos 11 en el Pazo contra el Manresa. Nunca se sabe.

¿Esta enfermedad, el desatino, tiene cura, doctor?

Cierto que se trataba de una pista casi infranqueable, que sólo habían sido capaces de asaltar el Andorra y el Real Madrid, pero en el Municipal de Badalona, en la última jornada, el Breogán adoleció de lo mismo: un escaso acierto del 34% en tiros de 2, 35% en triples y 77% en los tiros libres. Los pívots, Sajus, Sakho y Rudan únicamente aportaron 4 puntos de los 70 totales que sumó el equipo (Joventut 78-70 Breogán), Nakic, 6. Fueron el director Sergi García, con 10 puntos, y los últimos en llegar, el escolta McLemore, con 19, y el base Rob Gray, con 10 en sólo 9 minutos en pista los que auparon un poco al equipo en el apartado anotador.

Seguramente estos apósitos estadounidenses puedan aportar más puntos. McLemore sumó más de 15 en los 4 últimos partidos; Gray, 10 en su primera actuación con el equipo. Controlando el temblor del pulso de los que ya estaban todo hace pensar en una mejoría. Y, sino, antes de una sangría matadora quizás se pueda pensar aún en algún punto de sutura. Quedan todavía 11 jornadas.


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AMUSARADOS


14-02-24 Bibi Cabo

El 11 de febrero de 2024 era una fecha subrayada en el calendario de la mayoría de los breoganistas. Volvía el Real Madrid al Pazo después de salir aturdido por un 96 a 72, víctima entre otros de un gran Hollatz, la temporada pasada. Y lo más emocionante, emocional, volvía por segunda vez de visita a su casa ÉL, el hermano, irmán, brother, bruder, frére, fratello, BRATE MUSA.

Otra vez aclamado, otra vez agradecido. No quiso celebrar con Yabusele su primera canasta del partido. CUESTIÓN DE RESPETO a la que había sido su afición, su familia. Sus números: 10 puntos, un mate inevitablemente silbado por algunos, 2 rebotes y una asistencia. A veces es difícil equilibrar el brillar sin perjudicar demasiado al que fue pero ya no es tu equipo. CUESTIÓN DE PROFESIONALIDAD, intachable, indiscutible, esa que le sobra a Musa. Aunque quizás aún se le arremolinen los recuerdos cuando vuelve a entrar en el Pazo.

Había tocado fondo en el Anadolu Efes turco, caminaba por ese alambre que lo podía hacer caer en el ostracismo total pero se negó a mirar abajo y en el vértigo acuciante se aventuró a venir a este Lugo amurallado que ni siquiera sabía situar en el mapa. CUESTIÓN DE AGALLAS, rendirse nunca. Arropado por los Quintela y el esloveno Mahalbasic pronto conectó con la ciudad. Estelar desde el primer partido enseguida cautivó al breoganismo. El Breogán fue el revulsivo de Musa. Musa fue el explosivo de un Breogán que consiguió participar en la fase final de la Copa del Rey treinta años después y que hasta llegó a alzar tímidamente su vista a Europa. Conexión perfecta aderezada con un sabroso pulpo a la gallega.

Esta temporada a punto estuvo otra vez el Real Madrid de Musa de salir lisiado del Pazo, tuvo que imponer su disciplina papá Llull con los Tavares, Campazzo y compañía para derrotar a un Breogán que quizás se creyó vencedor antes de tiempo. Breogán 73-80 Real Madrid, 10 puntos de DZANAN MUSA. No son necesarias las disculpas. Bienvenido siempre, hermano.